Los tuyos, los mios y los nuestros
6/30/2020
Tradicionalmente por nuestra
cultura occidental, la familia es comprendida por el lazo conyugal entre un
hombre y una mujer, y la llegada de sus hijos. Dentro de esta conformación,
estaban marcados los roles según el género, en donde al hombre se le adjudicaba
el sustento económico y jefatura del hogar, mientras que a la mujer el cuidado de
este y la educación de los hijos.
En la actualidad se han
presentado cambios, en donde la mujer ya se encuentra incorporada al mundo
laboral, tiene la posibilidad de planear y elegir cuantos hijos desea tener y
la decisión de separase por alguna situación de conflicto con la pareja,
conllevando a que las familias sean conformadas por menos integrantes, a
distribuirse el ejercicio de la autoridad entre los padres y los vínculos de la
pareja, y a maneras de expresión de las emociones y sentimientos de forma
distinta.
Dichos cambios han trasformado
a las familias, quienes en el presente ya no son las nucleares que se formaban
tradicionalmente y que en la que debían permanecer los padres juntos hasta que
la muerte los separe, sino que debido a conflictos dentro de la pareja, se esta
la opción del divorcio y tras él, la posibilidad de conformar una unión más con
otra persona, quien a su vez, quizás haya tenido otro matrimonio y en ambos
existan hijos de sus relaciones anteriores.
Muchos han sido los nombres
utilizados para esta tipología familiar, siendo familia simultánea la más
apropiada, ya que no debe verse como algo “anormal”, pues de igual modo, los
hijos tienen relación también con las familias de cada uno de sus familiares y
miembros de estas. Las familias simultáneas pueden configurarse así:
·
Familia simultanea simple: Se da cuando uno de los
conyugues aporta hijos de relaciones anteriores, pero no hay hijos en común con
la nueva pareja.
·
Familia simultanea compuesta: Cuando
cada uno de los conyugues aporta hijos de relaciones anteriores, pero no tienen
hijos en común.
·
Familias simultaneas mixtas: Es donde
los conyugues aportan hijos de relaciones anteriores y además tienen hijos en
común.
Tradicionalmente se ha otorgado a estas familias connotaciones y mitos
según la manera en como una familia debe funcionar, por lo cual es importante
tener en cuenta que no se debe pretender que sea una familia nuclear, cuando no
lo es, ya que genera la creación de los conflictos y afecta la adaptación al
compararse con los otros.
Recomendaciones:
ü Genere
espacios de acoplamiento entre los miembros de la familia simultánea, para su
adaptación.
ü Permita
establecer acuerdos y pautas de la relación.
ü Mantenga
con su pareja una comunicación asertiva y clara frente a las expectativas que
se tienen frente al otro.
ü Fortalezca
la relación de pareja, propiciando diálogos que favorezcan la claridad en los
roles de cada uno, los limites, las pautas de crianza y los principios de sana
autoridad.
ü Posibilite
la ampliación de redes de apoyo en los familiares, ante la diversidad de los
miembros que la componen.
ü Resalte
la nueva oportunidad de vivir una experiencia amorosa a pesar de las
experiencias frustrantes o fracasos anteriores.
Finalmente el tipo de familia
simultánea no es quien define si la relación será exitosa o no a lo largo de su
progreso, sino la manera de relacionarse y el alcance emocional que se dé entre
los miembros, para el desarrollo de habilidades que les permitan convivir armónicamente.
Basado
en: FAMILIA, CRIANZA Y SALUD MENTAL.
Funciones y disfunciones del contexto familiar contemporáneo. Gloria
Maria Sierra Agudelo. Corporación Ser Especial.
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