El vaso con Agua
7/01/2020
Autor: Paola Graziano
En una
sesión grupal, la psicóloga en un momento dado levantó un vaso de agua.
Cuando todos
esperaban oír la pregunta: "¿Está el vaso medio lleno o medio vacío?”,
ella en lugar de esto preguntó:
- ¿Cuánto pesa este vaso?
Las
respuestas de los componentes del grupo variaron entre 200 y 250 gramos.
Pero la
psicóloga respondió:
- El peso absoluto no es importante, sino el
percibido, porque dependerá de cuánto tiempo sostengo el vaso: Si lo
sostengo durante 1 minuto, no es problema. Si lo sostengo 1 hora, me
dolerá el brazo. Si lo sostengo 1 día, mi brazo se entumecerá y paralizará.
El vaso
no cambia, pero cuanto más tiempo lo sujeto, más pesado y más difícil de
soportar se vuelve.
Después
continuó diciendo:
- Las preocupaciones son como el vaso de agua. Si piensas en ellas un rato, no pasa nada.
Si piensas en ellas un poco más empiezan a doler y si piensas en
ellas todo el día, acabas sintiéndote paralizado e incapaz de hacer nada.
¡Acuérdate
de soltar el vaso!
Reflexión:
A veces
las preocupaciones se enquistan en nuestros pensamientos y no nos dejan centrarnos
en las soluciones, en lo que sí podemos hacer. Preocuparnos en exceso y
anclarnos en pensar en los problemas nos agota, absorbe nuestras energías y nos
quita fuerzas para actuar, y para movilizarnos hacia soluciones. Está muy bien
ser consciente de los problemas y tener presente las dificultades y los
riesgos, pero llenar nuestra cabeza de preocupaciones durante mucho tiempo nos
agota emocionalmente. ¿Sabéis soltar el vaso a tiempo?
0 comentarios